Como dije estas vacaciones estuvimos con la familia extendida de mi esposo y una de las cosas que nos pasaron fue la inevitable comparación, a mi no me gusta hacerla ni siquiera para mi por que luego pasa que si lo haces con alguien que es menos hábil que tú aparece la soberbia y si lo haces con alguien que es más hábil la autoestima se va a los suelos. Pero no fue tan mala por que fue de manera accidentada y reafirmo lo mal que resulta el sistema educativo para enseñar a pensar a los chiquillos
Ibamos en auto con mi cuñado, su esposa y el menor de sus hijos que tiene casi 10 años, los niños iban hablando no se de qué y de repente mi hijo pregunta:
- ¿Cuánto es 2 x 2?
Yo: -¿Cuánto es 2 veces 2?
- Ah, sí 4, 2 x 2 es 4
En seguida mi sobrino: -¿No te sabes la tabla del 2? Yo sí, la del 1 esta bien fácil, tampoco te la sabes? y comienza a recitarla
Y sin querer al llegar a 10 le pregunto, - ¿Y cuánto es 1 x 50?
- No sé, hasta allá no me la sé.
Mi hijo: - 1 x 50 es igual a 50
Y ellos siguieron hablando de las tablas por un ratito más para luego pasar a otra cosa. Y yo? No pude menos que sentirme orgullosa de lo bien que entendió el concepto de la multiplicación, y que conste que no estoy haciendo menos a mi sobrino, es un niño listo y muy lindo pero como dije antes el sistema es la raíz de todos los males. Y aquí dejo una foto de como ejemplificamos esta tabla con las regletas para ayudar mucho a entender el concepto. El libro es el clásico de texto de preescolar que una prima mía le regalo y con el que a veces por gusto él se pone a trabajar.