lunes, 18 de junio de 2012

Nosce te ipsum

Es muy común que cuando las familias nos planteamos educar a nuestros hijos nos asalten miles de dudas, muchas veces nos sentimos incapaces de conseguir lo que un profesor capacitado no ha podido y no sabemos ni para donde jalar pero lo que al principio no alcanzamos a percibir es que los profesores tienen que prepararse para poder enseñar por que lo hacen en un ambiente artificial.  Ellos estudian pedagogías y métodos por que necesitan encontrar un estándar para manejar a 30 niños de la misma edad cronológica pero madurativamente distinta sin volverse locos en el intento y de paso conseguir que aprendan unos mínimos de competencia tal como lo marca el programa. En casa no necesitamos pasar una hora dando clases de Español,  15 minutos bien aprovechados son más que suficientes para ir avanzando al respecto.  ¿Necesitamos seguir un libro en particular para conseguir nuestro objetivo? Depende

¿De que depende? De nuestra familia.  A menudo esa indecisión sobre por donde empezar, que libros, que horario llevar y a que metodología apegarnos procede de esa inseguridad inicial que poseemos de no sentirnos capaces y de enfocar la atención en los aspectos académicos dejando de lado aspectos más importantes que nos darán la seguridad que necesitamos para llegar a buen puerto y estar conformes con nuestro trabajo educador.  Aspectos como el definir por que lo hacemos y cuales son nuestros objetivos a corto, mediano y largo plazo, conocer a nuestros hijos y descubrir cuales son sus intereses y de que manera hacen suyo el conocimiento, explorar nuestra propia manera de aprender y nuestros propios intereses, son todos aspectos que nos permitirán conocer las razones obvias y ocultas por las cuales hemos escogido esta opción y dependiendo de que tan profundas sean nos mantendrán avanzando aún en momentos de flaqueo o abandonar al primer intento. Definir nuestros objetivos y conocer a nuestros hijos nos permitirá decidir entre todos los recursos existentes actualmente, entre el libro o el iPad, un paseo en el jardín o un documental, y un largo etceterá de recursos a escoger. Explorar nuestra propia forma de aprender y nuestros intereses ayudará a encontrar el equilibrio a la hora de priorizar sobre esos mínimos que deseamos para nuestros hijos a la vez que nos llevará a sentirnos afines hacia Montessori, Charlotte Manson, Educación clásica, Unschooling o muchas otras metodologías y filosofías de educación que existen.
 
¿Cuál es el mejor curriculo de matemáticas a seguir de todos los existentes? El que mejor le siente  a mi familia. Ningún niño es igual a otro, ninguna madre es igual a otra.  Algunas familias viven en el campo, otras en la ciudad, algunas son numerosas otras no.  Es cierto que existen semejanzas entre las personas y las familias pero también es cierto que siempre existen  particularidades que harán que lo que en una casa funciona en otra no.  Son estas particularidades existentes las que definen el estilo de hacer EeF de cada familia.  En general, yo me atrevería a decir que casi todo mundo es ecléctico y adapta a sus circunstancias y ambientes de aquí y de allá.  Es posible que aún dentro de la misma familia un niño aprenda a leer de manera global por que el método fonético no le va mientras que a otro sí. Quizás ese mismo niño esta aprendiendo a los 3 en lugar de a los 6. Quizás usamos un libro para aprender Español pero nos basamos en Montessori para estudiar Matemáticas. Por que no hay dos personas iguales no hay purismos a la hora de educar. 

Sé que para alguien que comienza esto suena bastante vago, aunque nosotros llevamos sólo un año haciendo EeF cuando comencé a plantearme la posibilidad hace años este tipo de comentarios me parecían insuficientes y a veces entonces hasta sentía que menos iba a dar el ancho pero luego he comprendido que conocer el momento adecuado de presentar un material no es tan diferente a saber si la receta de la sopa de zanahoria le gustará a mi hijo.  Es en base a la experiencia, mucha prueba y error que he ido descubriendo cual es la mejor manera de presentarselas, sé que tal vez no las acepte en sopa pero si en una ensalada con manzanas y crema o en un pastel de zanahoria o inclusive puede que sea posible que acepte la sopa si espero a que tenga un poquitín más hambre de lo normal o que llegue un amigo a comer a casa al que si le fascinan y lo haga sentirse alentado a comerlas, por supuesto cabe la posibilidad de que a pesar de mis intentos nunca le gusten y entonces simple y sencillamente dejare de ofrecerselas. Con el aprendizaje sucede igual.  Tiempo juntos y observación de nuestra parte son las herramientas para descubrir a nuestros hijos. 

Sin embargo, también puedo decir que tan cambiantes como somos los seres humanos seguro que cuando ya creemos haber encontrado por donde  los niños podrán pedir cambiar de rumbo de manera explicita o mostrando menos entusiasmo inclusive a mitad de "año escolar" y entonces tendremos que volver a observar para  redefinir el camino que nos llevará hasta donde queremos ir. La búsqueda nunca termina pero afortundamente no tenemos que rendir cuentas ante ninguna secretaría ni sindicato y tenemos autonomía total de decidir el que, como y cuando de nuestra Educación en Familia y como Mafalda también tenemos todo el derrecho de darnos un respiro si lo necesitamos.



5 comentarios:

welivelearning dijo...

Me ha gustado leerte en especial tu frase: "Tiempo juntos y observación de nuestra parte son las herramientas para descubrir a nuestros hijos."

Un beso y hasta muy pronto.

Ivett dijo...

Hola Ivone,

Gracias por pasarte, la verdad es que cada vez me voy liberando más gracias a las lecturas que recomiendas y a algunas entradas de tu blog, la del esfuerzo de Alfie Kohn me llegó mucho y me ha hecho reflexionar mucho al respecto.

Saludos

Maribel dijo...

Creo que al principio nuestra inseguridad es tan grande (aunque seguro que no será así para todo el mundo) que andamos buscando que alguien nos diga qué y cómo tenemos que hacerlo.
Se vuelve más fácil cuando entendemos que la responsabilidad está en nuestras manos y que no tenemos que copiar lo que hacen otros, sino conocernos nosotros, la familia.
Gracias por tu reflexión.

Ivett dijo...

Tienes razón Maribel una vez que tomas la total responsabilidad en tus manos dejas de querer hacer las cosas exactamente como los demás.

Saludos.

Laura dijo...

Pues yo creo que estaremos a salvo si jamás nos sentimos en "zona segura" y damos por sentado muchas cosas. El mundo cambia, nuestros hijos crecen y cambian, y tenemos que acompañar ese cambio junto a ellos... y la mejor manera es prestar atención siempre a lo que se requiere en el "aquí y ahora". Aunque nuestras acciones de hoy se contradigan con las de ayer. Besitos!