jueves, 5 de julio de 2012

El segundo hijo

Después de tener a mi primer hijo yo me quedé plenamente convencida que no quería pasar otra vez por la experiencia.  El simple paso por el parto en un hospital donde me sentí como una vaca en matadero ya me había desanimado mucho y el pasar por la maternidad sola aunque ventajoso en algunas situaciones fue por momentos abrumador. Hubo quien me miró con condescendencia pensando "si claro, ya veras dentro de poco" sin embargo, con el paso de los años me seguí manteniendo firme en este aspecto pero el motivo cambió, ya no era lo pesado sino que me sentía completamente plena con mi maternidad, a pesar de los errores cometidos no sentía la necesidad de corregirlos con otro bb, tampoco sentía que pudiera con la responsabilidad de criar a otro, eso sin contar que tenía la impresión de que no sería capaz de amar con tanta locura a otro hijo.  

Durante algunos años evite involucrarme emocionalmente por que sabía que esa otra persona quizás querría tener hijos y yo seguía clara en mi decisión sin embargo cuando el amor te toca, te toca y ni aunque te quites.  Y así Ben decidió al final demostrarme que estaba equivocada.  Quiero a este bb con igual locura que al primero aunque nuestra relación es diferente.  Con él todo ha fluido aún más naturalmente que con su hermano, disfruto más de la crianza en primera por que he podido pasar más tiempo con él que con su hermano pero también por que su hermano me dejo la confianza de que puedo ejercer mi papel de madre. Aún así quisiera poder dedicarle más tiempo en el mismo sentido en el que se lo dedique a su hermano.  Quisiera tener momentos de lectura exclusiva para él, de dormir siestas a su lado sin preocuparme por Di, de paseos tranquilos...  Sé que no es posible y también sé que con su llegada ha habido un cambio en la relación con Di, ya no hay esos momentos en que eramos solo él y yo en la complicidad de la cama y la oscuridad platicando largamente, en que nos quedabamos dormidos en el sillón mientras le leía por las tardes, en que ibamos a conciertos aunque solo soportase el primer movimiento...



Sé que como madre no es posible pasar por la misma experiencia, sé que el lugar que cada uno ocupa en la familia influirá en su caracter, sé que la presencia de uno beneficia al otro pero aún así me he dado cuenta que... Extraño ser mamá de uno sólo a la vez!!

5 comentarios:

Maribel dijo...

Yo soy madre de un único niño y me he preguntado muchas veces si podría sentir lo mismo hacia un segundo hijo.
Una vez leí que no es verdad cuando alguien dice que quiere a sus hijos por igual porque es imposible querer igual a dos personas. No quiere decir querer más o menos, sino de otra forma.
Gracias por compartir una reflexión tan íntima.

Ivett dijo...

En efecto comparto esa idea Maribel, no se quiere igual ni menos ni más sino de otra forma por que inclusive las circunstancias en que se viven las maternidades llegan a ser diferentes al igual que el caracter de nuestros hijos.

Saludos.

Laura dijo...

Qué buen tema Ivett... y la verdad que me identifico mucho (MUCHO) con vos porque mi historia persona es muy parecida a la tuya. Amo con locura a mis dos hijas, pero las amo en forma absolutamente diferente (y única) porque ellas son diferentes! Y al igual que vos, quisiera poder darle a la segunda la exclusividad (y sus beneficios) que le di a la mayor... es increíble qué diferente criás a los segundos (ni me imagino a los terceros!). Abrazos!!!

Ivett dijo...

Ciertamente Laura, uno se relaja mucho más y me cuesta trabajo imaginar como será la relación con los hijos en las familias de antaño donde se tenían hasta la docena!!

Abrazos para ti también.

Laura Nogueras dijo...

Para mí, la maternidad con el segundo hijo también ha sido más fácil y más relajada...; incluso, de alguna manera, creo que me ha ayudado en la relación con mi hijo mayor (con el que sufrí bastante a lo largo de sus primeros meses de vida). Además siento que, un poquito, ahora se cuidan "el uno al otro".
Un beso!