sábado, 4 de agosto de 2012

De medallas olímpicas

Ayer circuló por yahoo este video que ciertamente resulta impactante y no puedo menos que hablar de él por que ilustra muy bien lo que quería decir sobre el esfuerzo.  


Es cierto que para llegar a conseguir una medalla en unos juegos olímpicos o para sobresalir en cualquier actividad hay que comprometerse y dar lo mejor de sí, hay que estar dispuestos a someterse a una ferrea disciplina, a veces hay que sobrepasar los bloqueos mentales que ante el dolor impone el cuerpo y en muchas ocasiones hay que dejar de hacer cosas que parecen más placenteras, sin embargo cuando esa actividad te gusta enormente hasta el dolor se disfruta y se continua por muy díficil que pueda parecer. 

 Durante la carrera yo practiqué  natación y también esgrima. Hubo temporadas que llegaba a nadar en la madrugada y era muy dificil levantarme, había días en que no había ningún músculo que no sintiera que me doliera, a veces las ampulas de las manos o de los pies apenas lograban sanar para el día siguiente pero aún así llovierá, tronará o relampagueará iba a los entramientos diarios  ¿por qué?  Por que a pesar de todo para mi no representaba un esfuerzo, me gustaba mucho asistir y disfrutaba retar a mi cuerpo.  Nadie me obligaba a ir a las muchas horas de entrenamiento, era mi elección y por supuesto el entrenador no me maltrataba de ninguna manera.  Por eso cuando hace aproximadamente un año mi hijo reusó continuar en las clases de natación por que el maestro comenzó a ponerse estricto no dudé en permitirselo.  Mi interes era que aprendiese a nadar y que lo disfrutase no que sufriese cada minuto que pasará en la alberca. La verdad es que ya desde el principio no congeniaba mucho con el enfoque que le daban a los entrenamientos y me toco ver a un niño de 3 años que había comenzado desde más o menos el año que a esas alturas aún no nadaba ni siquiera estilo libre pero que sin embargo realizaba muy bien los ejercicios con la tabla y los flotadores pero que había días que llegaba llorando y entraba casi llorando a la alberca por que no quería estar ahí pero sus padres no le daban opción. 

Por eso si critico la filosofía que refleja el video: Aunque estamos hablando de una disciplina que requiere iniciarse desde muy pequeños para dominarla no se vale que se torture y se maltrate tanto física como psicológicamente a los niños tratandoles como si estuviesen en la milicia. Y mucho menos que se utilize la justificación de que cuando sean mayores y comiencen a cosechar frutos ganando competencias todo ese sufrimiento habrá quedado atrás y todo habrá valido la pena.  ¿Es que acaso todos estos niños que se muestran en el video desean estar allí?  Yo lo dudo, en mi opinión son sus padres los que motivados por la promesa del futuro y quizás movidos por la necesidad que impone la dura realidad de su país deciden por ellos y les imponen someterse a entrenamientos tan pesados a tan temprana edad. ¿Vale una medalla olímpica la infancia de estos niños? ¿Quisiera yo un ganador olimpico? claro que si, si eso es lo que mi hijo decidiera pero no por que yo se lo impusiera y mucho menos permitiría maltrato de ningún tipo por parte de los entrenadores para conseguirlo.

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